miércoles, 31 de diciembre de 2008

Menú Fin de Año... Punto y Aparte.

Si quieres volar sobre las montañas, pulsa aquí y conecta los auriculares y mueve el puntero sobre las montañas. (Cortesía de Chiti).

Estos días, mientras ojeo los amplios anuarios y resúmenes temáticos que recogen los sucesos de mayor relevancia mediática de este año bisiesto de 2008, tengo la sensación de estar asomándome a un conjunto variopinto de escenarios, sin más hilo conductor con la realidad que el dato cronológico.

Una exuberante producción impresa y audiovisual que dedica sus primeras planas y espacios preferentes a la glosa de toda clase de efemérides, al discurso doctrinario de opinólogos y predicadores, al vacuo recitado de slogans en el que rivalizan demasiados políticos, a los latidos del mundo del corazón, a los ecos de una sociedad de chapa y pintura y, ¡faltaría más!, festejar "nuestros éxitos deportivos".


El resto de noticias, aunque afectan directamente a millones de seres humanos que sufren guerras, hambrunas, injusticias y marginación social, opresión y falta de libertades, tráfico de personas, explotación infantil, etc., parece que apenas importan, ya que los medios escritos solo les reservan algún faldón medio perdido en las páginas interiores y las televisiones los horarios más propios de insomnes, intercaladas entre la pornografía y el tarot.


En resumen, un año más y pese a lo que está nevando, los poderes de siempre, a través de sus voceros (que todavía se extrañan de que los lectores huyan de estampida de sus páginas), pretenden vendernos un apetitoso menú condimentando con ingredientes caducados. (Parece ser que las promociones de mantelerías, vajillas, cristalerías y baterías de cocina, etc., son todo un éxito ).


Primer plato. La conveniencia de olvidar el pasado, (el de nuestras abuelas y abuelos, padres y madres, el nuestro), bien ahormado en una forma cómoda de memoria histórica.


Segundo plato. Resaltar lo beneficioso que resulta adaptarse al presente, aunque signifique vivir de un modo intrascendente, ¿cómo hacerlo de otra manera?, si no se puede cambiar nada,( todo tiene un origen que nos es ajeno y lo que sucede es consecuencia ineludible de la crisis global).


Postre. A base de esperar dulcemente la llegada, en breve, del futuro, tal como ya vislumbran los nuevos oráculos, en el que se podrá acceder (¿solo los designados?) a un nuevo y extenso campo generosamente abonado, en el que florecerán maravillosas (¿ nuevas o rancias?) ideas.


Por el contrario, a mi me gusta más otra dieta y otras formas, en las que no voy a profundizar, para no caer en la sobredosis, máxime en un día como hoy, en que solamente me la puedo permitir con respecto a las porciones de turrón duro.


Pienso que es necesario conocer el pasado de modo riguroso y objetivo, no tanto para vindicar antiguos agravios, exigir responsabilidades y censurar comportamientos, etc., como para recordar y reconocer a quienes nos precedieron en su dedicación a la tarea común, aprender y perseverar en los aciertos y evitar cometer los mismos u otros errores.


Para que nuestra sociedad avance, es necesario afrontar sin prejuicios las complejas realidades del mundo en que vivimos. Una sociedad que se dice civilizada, no debe seguir siendo generosa, hasta el despilfarro, con los poderosos y miserable, hasta la mezquindad, con los débiles. El que unos pocos vivan, intensa y gozosamente, el presente, no es razón suficiente, para condenar al sacrificio a una mayoría de desfavorecidos y explotar de modo irrazonable los recursos naturales condicionando el futuro.


En este momento de cambio, no caben ni el melancólico lamento que lleva al pesimismo paralizante, ni tampoco la inercia de confiar en las recetas de un modelo agotado o el conformismo a la espera de que los demás nos resuelvan nuestros problemas.


Es imprescindible que, sin concesiones a las ocurrencias y falsas utopías, se favorezca la creación de ideas, su desarrollo y aplicación, especialmente las más innovadoras, pues ellas serán los más eficaces instrumentos para afrontar y resolver satisfactoriamente los retos del futuro.


Retos del futuro, empezando por los que se han ido arrumbado a la espera de que se resolvieran solos y continuando por otros muchos que, día a día, nos deparan las nuevas realidades de un mundo en continua evolución.


En unos y otros casos resulta obligado tener en consideración dos reglas:
Una. Que la identificación, planificación, ejecución y evaluación de las acciones públicas deben llevarse a cabo con la participación activa de la ciudadanía y teniendo en cuenta sus necesidades y razonables demandas.
Dos. Las políticas públicas deben estar orientadas y tener como objetivo prioritario el bien común. El bien común es mucho más importante que la mera suma de los intereses particulares, por numerosos y valiosos que sean éstos.


Abramos pues, con el Nuevo Año, la puerta al futuro. Un futuro, en el que otro mundo es posible y en el que os deseo paz, salud, libertad, trabajo y alegría.

¡ Feliz Año 2009 y un mundo mejor para todos y todas !

10 comentarios:

Anónimo dijo...

El vuelo es formidable. ¡Feliz Año!

Anónimo dijo...

La credibilidad de los medios de comunicación está por los suelos, los periodistas de EL PAÍS están de huelga, los de ZETA en reconversión y así muchos más. Se olvidan demasiado a menudo de los lectores y cuando cae la publicidad pues pasa lo que está pasando.Menos medios, menos pluralidad, menos libertad. Una pena.

Anónimo dijo...

Todos los gobiernos, desde el de Madrid, al de Oviedo pasando por el de Asturias gastan millonadas en publicidad, institucional creo que la llamaís los políticos y de esa no dices nada. ¿Crees que si los políticos no pusieseis publicidad en los periodicos os iban a tratar tambien como ahora?. Yo pienso que no. ¿Y tu?.

Anónimo dijo...

Con la crisis la gente deja de leer los periodicos y se pone a ver los programas más cutres de la televisión. El ultimo sondeo dice que las personas mayores de 65 años ven la TV cinco horas y media diarias. La mayoria de la gente huye, pero de la realidad que no le gusta. Si pretendes cambiarla tendras menos seguidores. De todos modos ¡animo y feliz año!.

Juan Manuel dijo...

Los humanos somos previsibles, la historia nos lo recuerda. Desde los origenes hasta hoy impone la ley el mas fuerte, se adapta el mas pobre de espiritu y sucumbe el mas altruista.
Un saludo.

LUNA dijo...

AMEN. El año próximo recuerdanos esta misma doctrina otra vez porque me da que en 2009 vamos a tener más de lo mismo

Anónimo dijo...

Cuando leo noticias relacionadas con mi profesión, noto que en general no tratan nada bien el tema. Si esa es la tónica habitual no me extraña nada que cada vez se lea menos la prensa.

Anónimo dijo...

Un artículo muy adecuado para remitir como carta a los Reyes Magos. Espero que te traigan, nos traigan a los asturianos, algo más que carbón y que lo sepamos aprovechar mejor que los fondos mineros.

Anónimo dijo...

O sea que tú tambien eres de la idea de que el bien común de todos los españoles/as es bastante más importante que todos los intereses particulares de los ciudadano/as catalanes, madrileños, vascos, gallegos, valencianos, asturianos, gallegos, andaluces, murcianos, castellanos, leoneses, navarros, canarios, baleares, iojanos, manchegos, ceutís, melillenses, extremeños. Pues ya somos dos, y a partir de tres, ya sabes multitud. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Si quitas un gallego, añades una r-al iojano y un aragonés completo, (modestia aparte) como yo, entonces ya somos multitud.