domingo, 20 de julio de 2008

¿65 Horas?. Ni de Coña.

Hace ya más de un mes que el Consejo de Ministros de Trabajo de la Unión Europea aprobó por mayoría cualificada, con la abstención de España y otros países, la modificación de la Directiva que permite la ampliación de la semana laboral por encima de las 48 horas. Esta Directiva que será debatida en el Parlamento Europeo el próximo mes de Septiembre, en caso de ser aprobada, permitirá a cada Estado miembro modificar su legislación para elevar la semana laboral vigente de 48 horas hasta 60 horas en casos generales y a 65 para ciertos colectivos como los médicos, vulnerando los dictámenes del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Dado que el tiempo se computa como promedio durante tres meses, significa que las jornadas semanales podrán alcanzar hasta las 78 horas.


Una Directiva que ahora se modifica y que estaba paralizada desde hace tres años por la oposición de países como Francia, España e Italia, principalmente, que ejercían la minoría de bloqueo. Lamentablemente, el acceso de Silvio Berlusconi al poder en Italia, propició que este país fuera el primero en abandonar la defensa de este derecho social. Posteriormente, el presidente francés Nicolas Sarkozy y el premier británico Gordon Brown pactaron que si el Reino Unido apoyaba la reforma de las agencias de trabajo temporal, otra directiva que se discute paralelamente, Francia apoyaría el aumento de jornada. España, por el contrario, mantiene su oposición a la directiva. ( Un ejemplo a tener en cuenta para cuando nos vengan contando que no hay diferencia entre izquierda y derecha).


La posición de España, tanto en el Consejo de Ministros como en el Parlamento Europeo es clara y contundente. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, manifestó que la aprobación de la Directiva "supondría una regresión social" y Alejandro Cercas, eurodiputado socialista, considera que la directiva "supone un grave retroceso que convierte el derecho laboral europeo en un material de usar y tirar". "Es un precedente peligroso", añade, "que luego se puede aplicar a salarios y a condiciones de higiene y abre la puerta al dumping social". En su opinión, "dejar al trabajador que pacte a solas con el empresario es renunciar a toda la historia legal y de lucha social colectiva".


La modificación de esta Directiva que convertiría en norma europea el "free choice", vigente en el Reino Unido desde 1993, que permite que cada trabajador pueda pactar "libremente " , (como escribía recientemente en LNE un empresario" progresista" ) el tiempo de trabajo, constituye un durísimo ataque al movimiento sindical y un gravísimo retroceso para los derechos sociales de los trabajadores recogidos, desde hace ya 91 años, en la normativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Una acción de este calado social y laboral no debe ni puede quedar sin respuesta por parte de los trabajadores europeos y las organizaciones sindicales, que conscientes de ello, ya están desarrollando a través de la red una serie de acciones, como la divulgación de las consecuencias que supondría la aprobación de la Directiva y manifestando el más contundente rechazo a la misma.


Así a nivel sindical, el Comité Ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) manifestó su preocupación y rechazo por esta directiva que ataca directamente a la línea de flotación de la Negociación Colectiva y da un paso atrás en las conquistas sociales y en la Europa Social y acordó aprovechar el periodo de su tramitación, para iniciar una intensa campaña de rechazo y explicar la posición sobre la misma de los trabajadores europeos a los gobiernos nacionales, a los grupos parlamentarios, y a través de ellos a los grupos parlamentarios europeos.

La CES hace un llamamiento a la participación en la Jornada Mundial de Acción que tendrá lugar el día 7 de octubre por el Trabajo Decente, que incorporará en Europa, además de la demanda de salarios dignos, la expresión pública del rechazo de los trabajadores a la propuesta de directiva del tiempo de trabajo.


Desde aquí os animo a tod@s a participar activamente en esta iniciativa en defensa de los derechos de los trabajadores y de una Europa Social para tod@s.