domingo, 28 de noviembre de 2010

El Camino de la Igualdad.



De la Tarjeta Roja al Maltratador al Proyecto de Ley de Igualdad.

Cuando mañana lunes se inicie prácticamente, con las Comparecencias Informativas, la tramitación parlamentaria del Proyecto de Ley del Principado de Asturias para la Igualdad de Mujeres y Hombres y la Erradicación de la Violencia de Género, habremos dado un paso más en el ámbito de nuestra Comunidad, para dotarnos de los instrumentos jurídicos que nos permitan articular un conjunto de políticas públicas que contribuyan a traducir la igualdad de derechos en la igualdad real entre mujeres y hombres .

Desde hace casi seis años en que se aprobara la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral Contra la Violencia de Género y más recientemente la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, muchas conductas, situaciones y cosas han cambiado, de modo y manera que nos han permitido avanzar en la lucha contra la violencia de género, la discriminación en el empleo y la segregación en el mercado de trabajo, la corresponsabilidad en el cuidado de l@s hij@s y de las personas mayores y en las tareas domésticas, etc., sin embargo la satisfacción por estos logros conseguidos, no nos debe de hacer olvidar que estamos todavía lejos de alcanzar la plena igualdad entre mujeres y hombres.


Nos lo recordaba con toda su crudeza la lectura, el pasado viernes, del texto de la Declaración Institucional de la Junta General del Principado de Asturias. La existencia y continuidad de la violencia de género es argumento, más que suficiente, para comprender que las causas que generan y mantienen esta lacra social siguen presentes, en pleno siglo XXI, en una sociedad que se dice moderna y avanzada como la nuestra. Tenemos que ser plenamente conscientes, todos, mujeres y hombres, que la violencia que se ejerce por los hombres y sufren las mujeres, no desaparecerá en tanto en cuanto no se erradiquen las causas que llevan a que los hombres, afortunadamente cada vez menos, “entiendan” que pueden utilizarla para corregir, controlar o someter a las mujeres por el hecho de que comparten una relación afectiva.


Conocer y ser conscientes de esta realidad debe ser una acicate más para reforzar nuestro compromiso, el del conjunto de la sociedad, para que esa mitad de la población, que son las mujeres, tenga igualdad de oportunidades y de trato, en la medida que son derechos universales vinculados al pleno ejercicio de la ciudadanía y por ende de la democracia. No caben pues visiones fragmentadas ni de los problemas ni de las soluciones.


Así lo recoge el Proyecto de Ley cuando explicita sus objetivos: ” Impulsar el Principio de Igualdad en todas las políticas públicas y afianzar las políticas de igualdad, fijando objetivos y estrategias; erradicar la violencia de género, avanzando en el rechazo ciudadano a este fenómeno y en la implantación de un modelo de atención a las víctimas de la violencia de género, conforme a lo establecido en la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género; promover la igualdad, permanencia, y promoción en el empleo y la formación profesional; e impulsar la corresponsabilidad y la conciliación de la vida personal, familiar y laboral “.


Una visión de la realidad y del Proyecto de Ley que mañana va a se enriquecida por las intervenciones de l@s comparecientes, muchas de ellas mujeres, pertenecientes a numerosos colectivos que a través de la lucha por la Igualdad, dan muestra de su profunda implicación social y eficaz colaboración con las instituciones y que, estoy seguro, contribuyen también a construir una sociedad mejor, libre, justa e igualitaria para tod@s.


Ayer, hoy y mañana, tod@s junt@s

luchando por la Igualdad y contra la Violencia de Género.

1 comentario:

J. Benjamín dijo...

Está mañana hemos tenido una larga (duró dos horas más de lo previsto), interesante y fructífera sesión de comparecencias que ha superado con creces las mejores expectativas. Gracias por vuestras aportaciones.