Proposición de Ley de Asturianía en el Exterior.

Han tenido lugar en la Junta General del Principado, los día 27, 28 y 29 de Octubre, las comparecencias informativas de la Proposición de Ley de la Asturianía en el Exterior, en las que han participado representantes de la emigración (muchos de ellos procedentes del resto de España y del extranjero), de la Universidad de Oviedo y del Gobierno de Asturias.

Comparecencias todas ella muy interesantes y de las que he tomado buena nota de la numerosas aportaciones y sugerencias que nos han sido planteadas y que serán de gran utilidad para mejorar sustancialmente el contenido del proyecto de Ley.

Si algo ha quedado claro es, sobre todo, la plena coincidencia en la necesidad de adaptar la actual legislación, data de 1984, (aunque ha sido reformada en 1999 ), a las nuevas realidades sociales y a las razonables demandas de una colectividad en continuo proceso de cambio e inmersa en una sociedad cada vez más globalizada.

Consciente de esta situación, el PSOE incluyó en el programa electoral autonómico para esta legislatura, el compromiso de elaborar una nueva Ley de Asturianía con el mayor consenso posible, lo que pone de manifiesto lo injusto de las críticas que pretenden poner en cuestión la voluntad de los socialistas para llevar a cabo esta reforma.

Así, cito textualmente el texto del Programa Electoral que dice: “Elaboraremos una nueva Ley de Asturianía que responda a la situación actual de la emigración asturiana. Una Ley que, siguiendo la propuesta presentada por la Federación Internacional de Centros Asturianos y aprobada en el III Congreso Mundial de Asturianía, tendrá como eje motor la potenciación de los Centros Asturianos como vertebradores de la comunidad asturiana en el exterior, de tal forma que la propuesta de concepto de asturianía se base en el derecho de estas comunidades a colaborar y compartir la vida social, cultural, política y económica de Asturias”.

De ahí que entendiéramos como más razonable que el Gobierno Socialista tuviera la iniciativa legislativa, en sintonía con la costumbre de la Junta General de que sea el Gobierno quién tenga la iniciativa legislativa, quien presentase el Proyecto de Ley y no el grupo minoritario de IU, máxime cuando era conocida la predisposición de los grupos parlamentarios a elaborar una nueva Ley de Asturianía.

Lamentablemente no ha sido así, y el texto de la Proposición de Ley ha sido presentado en la Cámara sin el consenso previo con las instituciones que representan a la emigración (Federación Internacional de Centros Asturianos, Consejo de Comunidades, etc.,) ni tampoco con los grupos parlamentarios, anteponiendo así los intereses partidistas a los más amplios y generales del colectivo de la emigración.

Si el procedimiento no ha sido el más adecuado, la estructura, el contenido y la propia literalidad del texto, (falto de claridad y de sistemática, con excesivo detallismo y regulaciones superfluas) resultan manifiestamente mejorables en bastantes aspectos.

La Proposición, además, parte de una insuficiente valoración de la actual Ley; está condicionada por propio Estatuto de Autonomía, (pendiente de reforma y del que sería oportuno conocer cuál es el marco que se establece para el reconocimiento de derechos individuales y colectivos a los asturianos en el exterior); no tiene en cuenta lo estipulado en la Ley 40/2006, del Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior ni tampoco lo recogido en la Ley 52/2007 de 26 de Diciembre, más conocida como Ley de la Memoria Histórica
.
Si a todo ello añadimos que, la Proposición de Ley carece de memoria económica, cuestión imprescindible, ya que de su contenido se desprende la necesidad de nuevas partidas económicas para su desarrollo, como por ejemplo: la conservación del patrimonio y de la memoria histórica, programas y acciones de apoyo a las Comunidades Asturianas, programas sociales, ,etc..

En resumen, se puede afirmar que la Proposición de Ley que actualmente se tramita en el Parlamento ha sido fruto de un intento más orientado a obtener una singular notoriedad y beneficio partidario que de ofrecer una respuesta solvente a las demandas de los asturianos y las asturianas de la emigración.

Buena muestra de esa práctica política es la posición manifestada por los portavoces de los otros grupos que han oscilado, entre la más que desafortunada de IU calificando de irrelevante y cínica la posición del Gobierno y la demagógica y oportunista del PP censurando la ausencia justificada de un miembro del Gobierno y pretendiendo patrimonializar el Proyecto de Ley.

Ante esta situación, entiendo que resulta obligado realizar un profundo y sustancial cambio, tanto en el fondo como en la forma del Proyecto de Ley y abordar el trabajo en la Ponencia con un talante abierto a las aportaciones que, en forma de enmiendas, se planteen, posibilitando el mayor consenso posible respecto a una Ley que se configure como un instrumento eficaz al servicio de toda la sociedad asturiana y especialmente a todos los asturianos y asturianas que residen fuera de Asturias.

Queda un intenso trabajo parlamentario en el trámite de la Ponencia de la Ley y de cuyo desarrollo os mantendré puntual y detalladamente informados. En ese sentido os agradezco por anticipado cuantos comentarios u opiniones consideréis oportuno realizar.