sábado, 24 de abril de 2010

El olvido está lleno de memoria


Días intensos, plenos de historias de otros tiempos que, entremezcladas con las vivencias del presente, contribuyen a refrescar la cada vez más amnésica memoria colectiva.
Decía Mario Benedetti que "El pasado es siempre una morada. Cuando nos mudamos al presente, a veces alimentamos la ilusión de que cerrando aquella casa con tres candados (digamos perdón, la ingratitud o el simple olvido) nos vamos a ver libres de ella para siempre ".
El tiempo transcurrido muestra lo vano del intento y la fallida ilusión. Tampoco, ahora, se trata de alimentar viejos rencores o nuevas alegrías, rememorar un pasado que nunca existió o de reescribir la historia glosando a otros vencedores y vencidos, se trata sencillamente de recuperar aquella parte del cuerpo social, del "nosotros" que como sociedad, nos guste o no, "quedó allí" y "está ahi", en las fosas comunes, en los barrancos y en las cunetas, y que, de tarde en tarde, nos recuerda a toda la ciudadanía que, por nuestra propia dignidad, no nos conviene abandonarla o dejarla en el olvido.
Por que, retomando a Mario Benedetti: "No podremos llegar a ser vanguardia de nada ni de nadie, ni siquiera de nosotros mismos, si irresponsablemente decidimos que el pasado no existe."


ESE GRAN SIMULACRO

Cada vez que nos dan clases de amnesia

como si nunca hubieran existido

los combustibles ojos del alma

o los labios de la pena huérfana

cada vez que nos dan clases de amnesia

y nos conminan a borrar

la ebriedad del sufrimiento


me convenzo de que mi región

no es la farándula de otros

en mi región hay calvarios de ausencia

muñones de porvenir/arrabales de duelo

pero también candores de mosqueta

pienos que arrancan lágrimas

cadáveres que miran aún desde sus huertos

nostalgias inmoviles en un pozo de otoño

sentimientos insoportablemente actuales

que se niegan a morir allá en lo oscuro



el olvido está tan lleno de memoria

que a veces no caben las remembranzas

y hay que tirar rencores por la borda

en el fondo el olvido es un gran simulacro

nadie sabe ni puede/ aunque quiera/ olvidar

un gran simulacro repleto de fantasmas


esos romeros que peregrinaran por el olvido

como si fuese el Camino de Santiago

el día o la noche en que el olvido estalle

salte en pedazos o crepite/


los recuerdos atroces y los de maravilla

quebrará los barrotes de fuego

arrastrarán por fin la verdad por el mundo

y esa verdad será que no hay olvido.


Notas:

Mario Benedetti. El Olvido está lleno de memoria. "Ese gran simulacro". Editorial Sudamericana . Buenos Aires. 1987.

Fotografía: Luz Naredo

3 comentarios:

LUNA dijo...

Precioso post y muy verdadero, como tu. Benedetti es mi segundo poeta favorito. El primero es Miguel Hernandez.
y la foto es mía pero estaba mejor en el original, no se como se puede ver tan mal. Voy a intentar colgarla yo a ver si se ve mejor.
O lo has hecho a propósito? Está pixelada?

proletario dijo...

Muchos dirigentes políticos "demócratas" no necesitan practicar el olvido, por la sencilla razón de que la memoria les resulta ajena. Ten en cuenta que solo ejercen en su propio interés y ese no pasa por el derecho y el reconocimiento de las víctimas.¡Gracias por el post!.

Rubén dijo...

¡Ojalá se tenga algo de memoria, aunque solo sea por que lo dieron todo!.